Ya sea que se utiliza cera o rasuración, la piel queda “herida” y muy reseca después de la depilación. A su vez, al estar más sensible y sin su protección natural (los vellos), puede estar expuesta a factores ambientales como el sol, que produce manchas.
Depilación: cómo elegir el mejor método
Durante los meses de calor las mujeres están más “sueltas de ropa” por lo cuál, no desean pasar ni un sólo día con vellos en sus piernas o axilas. Ni que hablar del momento de ir a la playa, donde el traje de baño puede evidenciar varios días o semanas sin depilarse. Es preciso, además de tomar consciencia de los cuidados necesarios para la piel, saber cuál es el mejor método para quitar los vellos. Así, se evitarán lesiones, daños y resequedad.
En el momento de la depilación, es bueno saber que existen diferentes técnicas, unas más “invasivas” que las otras. Por ejemplo, el rasurado es el menos agresivo con la piel sin embargo es la menos eficaz y menos duradera. En este grupo también podemos incluir a las cremas depilatorias. La depilación con máquinas eléctricas, es medianamente agresiva porque involucra la retirada de los vellos de a uno. Si bien es cierto que cuando se acostumbra a usarla seguido no duele tanto, es posible ver algunos daños en la piel como ser manchas o pequeños puntos rojos.
En tercer lugar, el tipo de depilación más agresiva es la que se produce con cera, la cuál puede ser fría o caliente, en pasta, con tiras, etc. La precaución en este caso debe ser máxima ya que además de retirar los vellos, también se van desprendiendo capas de células muertas de la dermis por lo cuál estará más expuesta a las manchas.
Para poder evitar esas marcas de color marrón producidas por el sol post depilación, es preciso hidratar correctamente la piel todos los días, no sólo después de quitar los vellos. Antes de ir al salón de belleza o de depilarse en casa, la piel debe ser preparada con un baño en la ducha para que se abran los poros y no se requiera un esfuerzo doble para quitar los vellos.
Recuerda el dicho “prevenir antes que curar”. Puedes realizar una exfoliación un día anterior con un guante de crin, una crema o remedio casero o una esponja especial, así evitarás los vellos encarnados o enquistados y dejarás tu piel mucho más suave. Seca muy bien la zona que se va a depilar con una toalla de algodón o bien con un poco de talco, sobre todo si lo haces con cera, porque sino no se sujetará bien el vello y será más dificultoso el trabajo.
Se aconseja también dejar pasar un tiempo prudencial de dos días antes de exponerse al sol (algo que no siempre se cumple porque se “deja hasta el último momento” para depilarse), siempre usar factor de protección y en lo posible depilarse por la tarde o noche para que la piel se pueda recuperar durante la noche.
Si tienes algún corte, herida, zona irritada o quemada debes aplazar la depilación hasta estar 100% curada. Si las várices o arañitas, así como las manchas o pecas aparecen cada vez más seguido o son demasiado notables, no dudes en acudir al dermatólogo para que te indique un tratamiento adecuado.
Cuidados post depilación
Tras la depilación con cualquiera de los métodos mencionados anteriormente, es bueno darse una ducha de agua fría o aplicar compresas frías (o hasta cubos de hielo envueltos en una tela) para calmar la irritación de la piel y cerrar los poros. Además, es necesario que apliques diferentes tipos de cremas hidratantes, ya sean caseras o no, que contengan algunos de los ingredientes más humectantes que existen.
No dejes de tener en tu mesilla de noche o vanitory en el baño una crema con manteca de karité, aceite de almendras, árbol del té, aloe vera, etc. En el caso de que uses la primera opción debes frotarla entre las manos antes de colocar en la zona depilada para que se caliente e ingrese mejor por los poros. Esto aliviará la piel debido a sus propiedades relajantes y calmantes. Repite la aplicación una o dos veces en ese día y el siguiente, sobre todo si sueles padecer de piel seca o escamada.
Otras cremas aconsejadas son las de jojoba o rosa mosqueta, que son muy buenas para combatir cicatrices y sanar la piel. Muchas mujeres optan por aplicar aceites esenciales para humectar la zona. Cualquier producto que optes deben ser para piel sensible, libre de alcohol y sin fragancias irritantes. El jabón neutro también podrá ayudarte a hidratar la piel y a evitar enrojecimiento por el perfume de los demás tipos de jabón.
Luego de refrescarla y dejarla bien hidratada, la piel “merece un descanso”. Así que, nada de ropa ajustada o que roce, mejor que ingrese aire para que pueda recomponerse por sus propios medios. A su vez, es aconsejable no dar “retoques” con la pinza, la máquina de afeitar, más cera, etc. Como se dijo antes, es preciso que repose, ya que de lo contrario se lastimará o resecará aún más.
Si eres de tez muy blanca y luego de la depilación con cera te aparecen marcas de color rojizo, si la cera estaba demasiado caliente o fue retirada con mucha fuerza, puedes utilizar un poco de leche templada embebida en un algodón para suavizar la piel. Evita el maquillaje, los exfoliantes, los perfumes, el sol, el calor, los desodorantes y los jabones perfumados post depilación.