Después de los 35 años es necesario prestar mayor atención a una rutina para combatir el envejecimiento de tu piel. Las cremas anti-edad son un arma eficaz para contrarrestar estos efectos, sin embargo es necesario complementar con un suero. Así que ambas son útiles y necesarias para tu piel.
Suero anti-edad
Ofrecen mayor concentración de ingredientes activos, sin necesidad de aplicar en demasía, pues en dosis pequeñas y potentes complementan la acción. Los sueros son ligeros y penetran rápidamente, preparando el rostro para la aplicación de otros productos, como una crema.
Crema anti-edad
Contienen ingredientes activos que buscan mantener una piel tersa, suave y sin arrugas, buscan hidratar y actuar sobre los signos del envejecimiento, aumentando la luminosidad, consiguiendo una acción integral.
El uso de cremas y sueros debe ser parte de la rutina anti-edad, pues uno se complementa al otro, originando la absorción de estos activos, sin embargo es importante considerar que cada uno tiene diferentes funciones, tomando un papel importante y diferente en la rutina anti- edad.
Aprender a utilizar cremas y sueros como parte de tu rutina de cuidado anti-edad, pueden hacer la diferencia en la eficacia y absorción de los activos. Aplica un suero y posteriormente, con un masaje aplica la crema por rostro y cuello, si utilizas un contorno para ojos déjalo para el final, se paciente y observa los cambios en tu piel.
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