Si el día tiene 24 horas, pasamos más de la mitad del día conectados. En el trabajo, en casa, con el ordenador, con el móvil… ¿Sabías que, de media, consultamos unas 100 veces el Whatsapp? ¡Son muchas veces! Y también muchas horas y, por supuesto, mucha luz la que desprenden todas esas pantallas de las que, bien por ocio o por trabajo, no nos despegamos nunca. ¿Pero cómo afecta la luz de las pantallas a nuestra piel? Atenta, que te lo contamos.
Cinco horas al día
Éste es el tiempo que, según el estudio Connected Life, dedicamos en total a los dispositivos con conexión a Internet. La mayoría de esos dispositivos, claro, nuestros móviles, desde los que podemos hacer prácticamente todo hoy en día. Pero además de ellos, el ordenador en la oficina o la tablet en casa, también forman parte de nuestra rutina diaria. ¿Te has parado a contar cuánto tiempo pasas delante de cada uno de ellos?
La luz y la edad de la piel
Una sobreexposición a la luz puede causar un envejecimiento prematuro de la piel
Los expertos aseguran que una sobreexposición a la luz puede causar un envejecimiento prematuro de la piel, o acelerar los diferentes fases que forman parte de este proceso. Ya que, al igual que ocurre con las radiaciones solares, la sobreexposición genera radicales libres que pueden dañar nuestras células y contribuir a que su oxidación sea mucho más rápida y negativa.
De la misma forma que ocurre con las radiaciones solares, una sobreexposición a la luz de las pantallas puede provocar la oxidación de las células, mediante la acción de los radicales libres y, por tanto, acelerar el proceso de envejecimiento.
La luz y la regeneración de la piel
Del mismo modo que la luz de los diferentes dispositivos a los que estamos expuestos cada día, afectan directamente al envejecimiento de nuestra piel, también es importante resaltar que pueden influir negativamente en el proceso de recuperación y regeneración de la piel que, como ya sabrás, cumple una función de barrera protectora contra agentes externos como la contaminación, la suciedad, las bacterias…
¿Qué otros efectos tiene la hiperconexión?
Además de los efectos directos en la piel, pasar el día conectados a nuestras pantallas tienen otros efectos como:
- La aparición de bolsas y ojeras, es uno de los más comunes, así como el enrojecimiento de los ojos o el cansancio en la vista. Cuando estamos delante del ordenador o del móvil, apenas parpadeamos, y eso contribuye a que nuestros ojos se resequen con más facilidad.
- La postura también entra en juego en este sentido: si es con el móvil, pasamos demasiado tiempo con la cabeza agachada, lo que repercute directamente en nuestras cervicales; si es con el ordenador, muy poca gente mantiene una postura correcta y erguida y, la mayoría de las veces, tendemos a encorvarnos hacia adelante.
- Las aparición de arrugas en el entrecejo, debido a que es el gesto más común cuando examinamos la pantalla de nuestro móvil con detenimiento. ¿Un truco para evitarlo? Pellizcar la zona de vez en cuando.
- Retención de líquidos o sedentarismo, que se produce cuando pasamos muchas horas al día sentados. Si quieres saber cómo remediarlo y contribuir a tu salud (¡también en el trabajo!).
Fuente: imaginebox.drv.es
