Durante un adecuado sueño nocturno se producen las reacciones necesarias para una adecuada homeostasis del organismo y, por lo tanto, de la piel. Se activa el sistema nervioso autónomo, que posee efectos sobre los músculos piloerectores del pelo y las glándulas sudoríparas. Además, ejerce un papel significativo en la termoregulación del organismo.
Irene Salguero, dermatóloga del Hospital Puerta de Hierro, en Madrid, explica que la recomendación de dormir entre siete y ocho horas diarias beneficia a todo el organismo, incluida la piel. De lo contrario, la falta de sueño, puede tener efectos negativos en el cutis. La experta repasa cuáles serían:
- Alteración de la normal regulación de la piel: especialmente la termorregulación.
- Secreción de melatonina y cortisol: al no dormir bien se producen cambios en los ritmos del organismo. Esto influye en la secreción de muchas hormonas, como la melatonina y el cortisol, que son las que más repercusión tienen en los procesos dermatológicos.
- Posible reactivación de enfermedades de la piel: con frecuencia la falta de sueño provoca estrés, lo que puede llevar a la reactivación de patologías dermatológicas.
Además de estos problemas, Salguero apunta a algunos estudios que señalan que “la falta aguda de sueño se traduciría en una alteración de la barrera cutánea. Se ha visto que reduce la percepción personal de salud y el atractivo”.
Otros estudios destacan que “una falta crónica de sueño o un sueño crónico de baja calidad se asocia con el envejecimiento prematuro de la piel y una peor respuesta a factores agresores externos. Se encuentra en estos pacientes mayor laxitud de piel, más arrugas finas y mayor pérdida de grasa subcutánea”.
En el caso de tener alguna patología dermatológica que curse con prurito o hiperhidrosis, Salguero añade, “puede llevar a una persona a no dormir bien”.
La verdadera causa de las ojeras
Una consecuencia que se atribuye directamente a no dormir bien son las ojeras, pero éstas pueden deberse a un exceso de melanina o a una dilatación de los capilares próximos a la piel.
“Muchas veces no se deben a un único proceso, si no a un hecho multifactorial. La piel de los párpados es muy fina, lo que puede hacer que se transparente la red capilar subyacente. Además, con el envejecimiento se va perdiendo la grasa de esa zona, lo que hace que se marquen más. La exposición al sol también influye en un incremento de melanina”.
Fuente: dmedicina.com