La noche aliada de tu belleza

Como hemos visto, la piel utiliza la noche para repararse y regenerarse.
La noche aliada de la belleza
La noche aliada de la belleza

Aunque no siempre la percibimos como tal, la piel es nuestra gran (y mejor) barrera de protección contra infinidad de factores externos. Durante el día, tiene que enfrentarse a muchos de ellos: las radiaciones solares y los radicales libres, los cambios de temperatura y humedad, la contaminación, el estrés… Por la noche, en cambio, sólo tiene que preocuparse de su misma y por ello, mientras nuestro cuerpo aprovecha la noche para regenerarse y “resetearse”, la piel también comienza su particular reparación y regeneración, tras todo un día de inclemencias. ¿Quieres saber más? ¡Te lo contamos!

¿Qué hace tu piel mientras duermes?

Como hemos visto, la piel utiliza la noche para repararse y regenerarse. Durante la noche, por tanto, se llevan a cabo diferentes procesos relacionados con estos aspectos, como por ejemplo: se equilibra la producción de sebo y se complementa la falta de hidratación; se aumenta la producción de colágeno y elastina; se estimula la regeneración de las células y se reparan las secciones de ADN dañadas o se expulsan las toxinas acumuladas durante el día.

Sueño reparador

Y nunca mejor dicho. Y es que, para que todos estos procesos se pongan en marcha, es necesario que durmamos las horas suficientes. Así, a la piel le dará tiempo a activar todos sus mecanismos (el de reparación, cuando entramos en la fase de sueño profundo y el de regeneración, cuando estamos en la llamada “fase REM”). Es importante, además, que no nos acostemos tarde, ya que el momento más álgido de la división celular (cuando la piel está más activa y su reparación logra ser más efectiva) es entre las 11 de la noche y las tres de la madrugada. ¿La rutina de sueño ideal? Sería la de acostarte no más tarde de las 11:30 y dormir un total de 8 horas.

La fase de “reparación” de la piel, comienza cuando entramos en la fase de sueño profundo y la de regeneración, cuando entramos en la llamada “fase REM”.

¿Y qué le pasa a la piel cuando trasnochamos?

Básicamente, dos cosas: la primera, que la piel no puede recuperarse de los factores contra los que nos ha protegido durante el día y la segunda, que su proceso de reparación y regeneración se bloquea. Si además, durante la noche, no sólo no descansamos sino que sometemos a la piel a más agresiones (por ejemplo, el tabaco o la deshidratación que provoca el consumo de alcohol), estamos acumulando mucho trabajo por hacer y el proceso de recuperación será bastante más lento.

La luz del móvil también confunde a nuestra piel

Además, a veces no hace falta salir hasta las tantas de la madrugada para bloquear este proceso de regeneración de la piel. Muchas veces, basta con que nuestra retina perciba la luz del móvil y le mande al cerebro la señal equivocada. Esto sucede cuando revisamos el móvil hasta las tantas, con toda la habitación a oscuras. Nosotras sabemos que es de noche, pero nuestro cerebro no segrega melatonina (la hormona que regula el sueño) y por tanto, nuestro descanso no es ni igual de reparador ni igual de productivo. Así que, nuestro consejo es que dejes de utilizar el móvil entre una y dos horas antes de acostarte. ¿Qué tal si cambias las redes sociales por un libro en tu mesita?

 

Fuente: imaginebox.drv.es

Categorías
Piel Conservada
Sin comentario

Deja un comentario

Relacionado con