La piel es el órgano más grande de todo el cuerpo; nos protege de las agresiones del medio ambiente y de los cambios de temperatura, entre otras cosas. A veces, entre tantas recomendaciones sobre salud y bienestar, olvidamos lo importante que es prestarle la correcta atención al cuidado de la piel.
Hay sectores del cuerpo en que la piel es más gruesa, y otros, en que es mucho más fina y delicada. Una de las áreas que evidencian más rápido el paso de los años es el contorno de ojos.
La piel de la cara, en general, se debilita más que las de otras áreas del cuerpo. Es lógico, durante toda nuestra vida gesticulamos, y esto implica movimientos repetitivos que van dejando huellas.
El área de los ojos es especialmente sensible y si no tomamos precauciones, vamos a contribuir a que se formen arrugas y patas de gallo mucho antes de lo se debería. A partir de los 25 años, las mujeres pueden comenzar a usar productos que ayudan a mantener firme esa zona.
Además de los productos, hay algunas cosas que podemos evitar hacer para que la piel del contorno de ojos no se debilite antes de tiempo. ¿Fumas? Olvídalo. Si eres fumadora, de seguro que tu piel sufrirá las consecuencias.
Hay mujeres que tienen la suerte de tener una piel más resistente, pero eso no quiere decir que no haya daño. De hecho, todas las personas que fuman cigarrillos regularmente, independiente de la edad que tengan, tienen un tono de piel más amarillento.
El estrés también puede dañar tu piel. Si no te relajas o haces algo para no caer en estados de estrés permanentes, te verás más cansada y poco a poco, tu piel estará más opaca por la falta de oxigenación producto de las tensiones diarias.
Usar productos demasiado agresivos también puede perjudicar el estado de la piel del contorno de ojos. A veces compramos cremas con ácidos y las ocupamos, sin saber realmente el efecto que van a tener.
No todos los productos son para todo el mundo y es importante evitar los que son demasiado agresivos sin antes consultar con un especialista, sobre todo si aún eres joven.
Fuente: Belelu
