Hace algunos años el uso de cremas con protección solar era sinónimo de vacaciones, y lo utilizábamos únicamente para no quemarnos de más, sin embargo, la aplicación de éste, debe ser utilizado diario para evitar la hiperpigmentación de la piel provocada por los rayos solares y evitar enfermedades en la piel.
El protector solar evita el fotoenvejecimiento causado por la exposición directa e indirecta del sol; el fotoenvejecimiento es un proceso característico por la aparición prematura de lesiones en la piel, comenzando desde temprana edad, normalmente cuando no se toman precauciones frente a la exposición solar. Este envejecimiento es antes de tiempo con la aparición de arrugas, flacidez y manchas.
Por eso te recomendamos el uso de cremas y maquillaje con protección solar, de esta manera se puede evitar la aparición de las manchas en la piel, las cuales son signos del envejecimiento cutáneo; y aunque usemos estos productos en las vacaciones, la realidad es que debemos aplicarlos todo el año, poniendo mayor atención en verano y primavera, que es cuando los rayos solares están más agresivos para nuestra piel, de esta manera podrás lucir una piel más saludable evitando la hiperpigmentación.
Para retrasar la aparición de manchas en la piel, debemos utilizar cremas con protección solar todos los días, especialmente en zonas expuestas como es el rostro, el cuello, el escote, las manos y los brazos.
Existen otras causas responsables para la aparición de manchas como los anticonceptivos, el embarazo, algunos medicamentos o el paso del tiempo, sin embargo; la principal causa de las manchas y/o lesiones en la piel es la radiación ultravioleta.
Existen diferentes tipos de manchas en el rostro:
- Las pecas son pequeñas lesiones pigmentadas, afectando principalmente a las pieles claras. Con el sol puede aumentar la visibilidad de las pecas principalmente en las mejillas, labio superior y en la frente. Se presentan en algunas personas desde la niñez.
- Los léntigos actínicos o solares son manchas de mayor tamaño, provocadas por radiaciones UV, ubicadas principalmente en escote, mejillas, sien, frente y manos.
- El paño o melasma son manchas extensas de color marrón en el rostro. Aparecen por el sol, pero su principal causa es por los desórdenes hormonales que se pueden dar por el uso de anticonceptivos y por el embarazo.
Para evitar su aparición se necesita de una protección adecuada.
Para saber qué es lo que provoca estas manchas que nos aparecen es necesario conocer cómo funciona nuestra piel y qué es lo que le afecta, para que en un futuro sepamos qué tipo de protección solar es la que se adapta a nuestro tipo de piel y la cuidemos no solo de las manchas, sí no también de enfermedades que podemos prevenir.
La piel es como una cebolla, la cual tiene diferentes capas, ésta al exponerse al sol recibe diferentes tipos de radiaciones de riesgo. Estas radiaciones afectan a las capas de la piel.
Existen principalmente 3 tipos de radiaciones emitidas por el sol que producen daño y por consecuencia enfermedades cutáneas.
UVB: Esta radiación afecta principalmente a la epidermis que es la primera capa de la piel. Su principal daño es producir el enrojecimiento, quemaduras, insolaciones e hiperpigmentación pudiendo producir también un cáncer cutáneo.
UVA: Penetra profundamente hasta llegar a la dermis que es la segunda capa de la piel, afectándola con estrés oxidativo, envejecimiento cutáneo severo, daños en el ADN y cánceres cutáneos.
IR: Es la penetración muy profunda, los rayos llegan hasta el hipodermis, afectándola con estrés oxidativo, envejecimiento cutáneo severo: arrugas, manchas y degradación de la integridad mitocondrial.
Se recomienda:
- Evitar el sol en horas clave del día: 12 a 17 horas.
- Utilizar sombreros, gorras y prendas para cubrir zonas sensibles (rostro, escote, hombros, manos y brazos.
- Utilizar DIARIO una crema con protección solar, aplicándola cada 2 o 3 horas en cualquier estación del año, aunque no vayamos a estar expuestos al sol.
- Aplicar crema solar, aunque el día este nublado, porque, aunque las nubes bloquean la radiación UVB (responsables, envejecimiento cutáneo acelerado, daños en el ADN), no bloquean la radiación UVA (responsables de las arrugas y el fotoenvejecimiento de la piel). La nubosidad densa puede atenuar la radiación de un 30% a un 50% pero no en su totalidad.
- Utilizar una crema con un factor de protección solar (FPS) mayor de 30, efectiva contra la radiación A y B (UVA y UVB).
Dependiendo el tipo de color de tu piel es la exposición al sol que le debes dar, el fototipo; es la capacidad que tiene la piel de asimilar la radiación solar. Esta capacidad es medida en una escala conocida como escala Fitzpatrick. Esta mide los valores a través de una clasificación numérica en función de la respuesta que tienen los distintos tipos de piel a la luz ultravioleta