El peeling es uno de los tratamientos estéticos más populares.
¿Cuáles son los beneficios del peeling?
El peeling químico también se conoce con el nombre de dermoabrasión. En los últimos años ha logrado posicionarse como uno de los procedimientos estéticos más empleados, pues su aplicación ayuda a corregir varias imperfecciones de la piel.
En particular, consiste en la remoción de un espesor variable de epidermis o dermis mediante el uso de sustancias químicas que por lo general son ácidas o cáusticas. Con esto se consigue renovar las capas superficiales de la piel para minimizar la presencia de manchas, arrugas, entre otros.
¿Cuáles son los ácidos más utilizados en el peeling químico?
A la hora de realizar un peeling químico es conveniente saber que existen varios tipos de ácidos para llevar a cabo el procedimiento. La elección entre uno u otro varía según las necesidades de la piel. Por eso, antes de aplicarlo, lo ideal es contar con la asesoría de un dermatólogo profesional.
Ácidos alfa hidroxiácidos (A.H.A.As)
Los ácidos alfa hidroxiácidos (A.H.A.As) comprenden una gran familia de compuestos derivados de frutas y sustancias naturales. Debido a su escasa toxicidad, casi no producen efectos adversos y son fáciles de utilizar.
Entre tanto, una vez realizado el tratamiento, la persona puede retomar sus actividades diarias sin problemas. Por eso, es uno de los peelings químicos más utilizados tanto en consultorios como en formulaciones domiciliarias.
Estos ácidos tienen la ventaja de que pueden ser aplicados en casi todos los tipos de piel, sin importar la edad. Incluso, se llegan a adaptar a todos los fototipos.
Los más conocidos en esta categoría abarcan los siguientes:
Málico
Tartárico
Cítrico
Láctico
Glicólico
Kójico
Ascórbico
Mandélico
Por pertenecer a la misma «familia» química, todos comparten algunas propiedades, así como también poseen características individuales distintivas.
Propiedades de los alfa hidroxiácidos
Algunos son usados para realizar el peeling químico mientras que otros, que poseen menor potencia como ácido, se emplean como despigmentantes o complementos de otros tratamientos.
En concreto, se destacan por las siguientes bondades:
Poder hidratante (hidroretenedor): producen efecto suavizante y aumentan el confort cutáneo.
Capacidad de regular la queratinización: generan una exfoliación moderada y un efecto renovador y «compactante» de las capas superficiales de la piel.
Efecto antiage: una publicación de la revista Synthetic Chemistry and Natural Product Chemistry expone que atenúan las pequeñas arrugas superficiales, refuerzan la acidez de las capas superficiales epidérmicas (lo que le confiere mayor defensa ante los microbios), mejoran el microrelieve y brindan esplendor cutáneo.
Cuidados para la piel después del peeling químico
Luego de cada peeling químico, la piel puede sentirse tirante, estar sensible, seca y de color rosado a colorado. El hecho de eliminar una o más capas de células de la piel, obliga al organismo a poner en marcha varios procesos tendientes a regenerar la piel perdida.
Debe hacerse hincapié en evitar el contacto con el sol y el uso de protección solar. El uso de vaselina en capa fina, o cremas humectantes, favorece una descamación leve y sin sensación de tirantez.
A pesar de su popularidad, los peeling no son inofensivos, para mantener una piel sana, ya que pueden alterar el color y la textura de la piel y dejar secuelas cicatrizales. De acuerdo al criterio médico pueden realizarse a cualquier edad, pero no está recomendado en embarazadas y lactantes.
Fuentes: mejorconsalud.com