POROS DE LA PIEL

Los poros de la piel son pequeños “hoyos” en la superficie cutánea, provocados por diminutas aberturas en la superficie a través de los cuales se excretan las grasas humectantes.
Poros en la piel
Poros en la piel

GENERALIDADES: Los poros de la piel son pequeños “hoyos” en la superficie cutánea, provocados por diminutas aberturas en la superficie a través de los cuales se  excretan las grasas humectantes. Están conectados a las glándulas sebáceas a través de un canal que se llama folículo, ya que el vello crece hasta la superficie de la piel. Dentro de los folículos, el sebo que producen dichas glándulas transporta las células de piel muertas hasta la superficie cutánea.

POSIBLES ALTERACIONES EN LOS POROS DE LA PIEL: Existen dos situaciones que modifican alteran este mecanismo de excreción por los poros, provocando alteraciones estéticas en región: a) cuando existe una excesiva secreción de las glándulas sebáceas puede suceder que la suma de células descamadas y el vello aumenten aún más la densidad de la secreción taponando los canales, determinando la aparición de un grano o una espinilla. De esta manera se inician los procesos de acné. b) En otros casos los poros de la piel del rostro se dilatan a tal punto que son suficientemente grandes para ser visibles a simple vista, menoscabando la estética facial especialmente en las mujeres. No obstante, hay que recordar que el diámetro de los poros es hereditario, pero los poros también se ven más grande cuando contienen grasa y células cutáneas retenidas.

CAUSAS DE DILATACIÓN DE LOS POROS: Entre sus funciones, los poros de la piel tiene como objetivo aportar la cantidad de grasa cutánea suficiente para mantener la piel blanda e hidratada. Cuando los poros están dilatados, infectados o obstruidos, tienen un aspecto de ser “mas grandes” de lo real. Hay dos factores principales que causan la dilatación de los poros: la predisposición genética, que se transmite por genes y el normal envejecimiento cutáneo. La piel grasa también tiende a provocar dilatación de los poros. Cuando los detritus celulares, la suciedad y las bacterias obstruyen los poros, el sebo comienza a acumularse, provocando la dilatación de los poros. Finalmente hay que tener en cuenta que la piel envejece cuando hay excesiva exposición al sol por la acción de los rayos ultravioletas, quienes producen en la piel lo que se conoce como “foto-envejecimiento”.  PIEL GRASA: tiene un pH ácido, 4,9 a 5,0, con abundante concentración de grasa, pudiendo estar o no acompañadas de sudoración. Los poros se encuentran dilatados (orificio pilo-sebaceo, ostium folicular), se produce gran cantidad de sebo y al tacto la piel se presenta aceitosa y con brillo aumentado. En estos casos el envejecimiento de la piel es lento, ya que la grasa humectante la protege de la sequedad. También la grasa humectante protege la piel a la acción de las noxas del medio ambiente, como el sol, vientos, calefacción excesiva, etc.

CAUSAS DE LA ESTRECHEZ DE LOS POROS: Hay situaciones que producen el efecto contrario a lo que se expuso anteriormente: el cierre de los poros de la piel. Este proceso se observa en la PIEL SECA, que posee un pH de 4,9 a 5, pero con una grasa humectante escasa, con poca sudoración, poca grasa y los poros se encuentran cerrados. Al tacto la piel se presenta áspera y reseca. El aspecto es una superficie cutánea opaca, con falta de brillo. En este biotipo el envejecimiento cutáneo a la inversa de la piel grasa es precoz, porque la falta de protección de la grasa humectante deja a la piel vulnerable cuando se encuentra a la intemperie, a las noxas antes mencionadas como también a sustancias detersivas.

LIMPIEZA DE LOS POROS DE LA PIEL: La piel del rostro es mucho mas sensible, más delicada y fina que el resto de la superficie corporal. Por ello, para conservar una buena higiene de los poros de la piel se debe realizar una limpieza adecuada, acompañada de una acción nutritiva, manteniendo la humedad, todos los días. A continuación se mencionarán consejos para una limpieza adecuada de la piel:

-Evitar lavarse la cara con agua demasiado caliente o muy fría, porque afectan a los capilares sanguíneos.

-No usar cremas muy espesas para quitar el maquillaje de los ojos, sino que se debe embeber un algodón en agua tibia y aceite para lactantes.

-Antes de acostarse hay que usar cremas con baja densidad, porque de lo contrario se pueden obstruir los poros de la piel. Se recuerda que en el sueño la piel necesita respirar.

Fuente: terramedicina.com

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