En este tiempo de confinamiento hemos tenido tiempo de meditar y dedicarnos a nosotras mismas; pero, ya pensaste que ¿Si el mundo nos está pidiendo un descanso de todo lo tóxico que hay en el ambiente y así poder regenerarse, Nosotros también necesitamos liberarnos de la polución en nuestra piel?
Sabemos que la contaminación no es buena para el medio ambiente, ni para la salud. Bien pues el peligro también existe para nuestra piel.
Cada vez hay más alertas sobre el aumento de los niveles de contaminación, además hay estudios que nos demuestran como perjudica la salud, Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a mala calidad del aire provoca daños en diversas partes del cuerpo, entre las que se encuentra la piel.
El problema de la contaminación en la piel se debe a la falta de oxígeno en el aire y el aumento del dióxido de carbono, dejando nuestro cutis sin luz desmejorando los procesos de oxigenación, además deja partículas microscópicas que son tóxicas.
La exposición continua a elevados niveles de polución hace que la piel no pueda defenderse y exponga sus recursos para desintoxicarse y regenerarse.
En la epidermis se depositan moléculas de metales pesados provocando lesiones oxidativas, acelerando al envejecimiento.
La dermis actúa como una barrera a las agresiones ambientales, notificando los efectos de la contaminación y los rayos UV, este daño afecta a la composición celular, las proteínas e incluso al ADN. Teniendo consecuencias graves en el aumento de radicales libres (moléculas inestables) que apresuran la aparición de arrugas y la falta de firmeza, reduce los niveles de vitamina E y C que sirven como antioxidantes naturales de la capa córnea (Capa externa de la epidermis) y una disminución de oxígeno a los tejidos haciendo que nuestro rostro luzca apagado.
La contaminación tiene efectos inmediatos y visibles provocados por partículas en suspensión que se adhieren a la piel y obstruyen a los poros, causan deshidratación, aumento del acné, falta de luminosidad, falta de elasticidad, sequedad y manchas, dando un aspecto gris y apagado. A futuro causan degradación del material celular por la producción de radicales libres, arrugas y falta de firmeza.
La contaminación favorece el envejecimiento anticipado de la piel, junto con los rayos UV. Si quieres envejecer que sea con estilo y no a causa de la contaminación
Así vivas en una pequeña ciudad o en un pueblo, debes proteger tu piel de la contaminación, nadie está libre de este mal en el ambiente, si quieres retrasar el envejecimiento prematuro debes ganarle la batalla a la polución antes de que ella te gane a ti.
La contaminación la vivimos a diario, no solamente en la calle, también dentro de nuestras casas; podemos encontrarla en los Rayos UV, el ozono, emisión de gases, el humo, el tráfico, la basura industrial, contaminación del agua, la luz azul de las pantallas de dispositivos electrónicos, todo esto desprende radicales libres acelerando el envejecimiento en nuestra piel.
Debemos hacer limpieza de nuestro cutis por las mañanas y por las noches, incluso aunque no nos hayamos maquillado, pues así eliminamos de la superficie de la piel todos los residuos que quedaron sobre ella.
Utiliza exfoliantes, mascarillas y cepillos de limpieza faciales por lo menos una vez a la semana, esto te ayudará a que tu piel esté más limpia, luminosa y joven.
Hidrátate, al tomar agua mejorará la elasticidad en tu piel, te mantiene hidratada y suave, ayuda a calmar irritaciones y otras alteraciones cutáneas, refresca la piel, mejora el aspecto de tu cara y tonifica.
Aplica algún tratamiento dermatológico que contenga antioxidantes para bloquear la actividad de los radicales libres. Estos productos limpiarán tu rostro, lo repararán y protegerán de la contaminación.
Y por último, no olvides de usar diario protector solar que combatan los rayos UVB, UVA e IR.