Nuestra barrera protectora más importante, la que nos defiende del mundo exterior, es nuestra piel y es considerada el órgano más grande de nuestro cuerpo. Para retribuirle tanta ayuda debemos saber cómo cuidarla y comprender aquellas señales de que algo puede andar mal con nuestro interior. ¿Cuáles serían esas señales?
Sigue leyendo el siguiente artículo y te enterarás de cuáles son los signos de alarma que puede estar dando tu piel acerca de tu salud.
Conociendo nuestra piel
La piel puede demostrar muchas cosas. Una piel reseca, opaca puede ser señal de una deficiente hidratación o mala alimentación. Si no consumimos el agua suficiente combinada con nutrientes esenciales a través de la alimentación nuestra piel no podrá mostrarse en su mejor estado.
Además de problemas fáciles de solucionar, como falta de correcta cantidad de agua la piel puede estar indicando otros trastornos o problemas de salud. Una piel muy pálida podría estar indicando que padeces de anemia. Si presentas picazón generalizada, esto podría deberse a varias causas como por ejemplo: problemas renales, insuficiencia hepática, alteraciones tiroideas, diabetes, etc. A no ser que hayas utilizado alguna crema o medicamento que te produzcan la reacción. Asimismo las alergias alimentarias podrían producir picazón.
Una piel muy seca, siempre y cuando no sea lo normal en ti, podría estar indicando alteraciones en tu tiroides. En específico hipotiroidismo, y si tu piel se presenta por el contrario sudorosa podría deberse a hipertiroidismo.
Si tu piel se presenta ruborizada sin razón aparente, podría indicar Rosácea u otra alteración que lleva como característica enrojecimiento de la piel en forma de alas de mariposa, la cual se denomina Lupus. Si tu piel se torna morena y no se debe precisamente a la exposición al sol, podría indicar exceso de hierro, o deberse a un trastorno denominado enfermedad de Addison.
La piel azulada podría indicar cianosis que quiere decir que hay poco oxígeno en sangre. Podría deberse a problemas de los pulmones, corazón, o trastornos en la circulación de miembros inferiores si por ejemplo presentas los dedos de los pies de una tonalidad azulada. Una coloración amarillenta podría indicar alteración del hígado, como el caso de la hepatitis.
En el momento que tu médico te haya indicado alguna medicación, es de vital importancia que te informes acerca de los posibles efectos secundarios, en la mayoría de los fármacos alertan sobre posibles efectos que pueden manifestarse o no, pues cada organismo es diferente y puede reaccionar ante la misma droga de manera también diferente.
Entonces, una vez que te hayas asegurado que los cambios en tu piel no se deben a los efectos secundarios de algún medicamento, se hace oportuna una consulta médica. Es importante que acudas primero a un dermatólogo, quien sabrá evaluar si el tratamiento en cuestión debe ser dermatológico o si sería conveniente derivarte con otro médico en caso de que el trastorno no tuviera origen en la piel.
Recuerda
La información contenida en este artículo no tiene la intención de generar temor ni nada parecido. Recuerda que ninguna patología se da con un solo síntoma, piensa con calma y analiza si la coloración u otros cambios en tu piel pueden deberse a algún medicamento, o a una situación menor.
Si ha sido de manera repentina, sin razón aparente y presentas además otros síntomas sería importante que acudas a un profesional, un diagnóstico y un tratamiento precoz es siempre la mejor opción.
Nuestra piel dice mucho, no dejes de prestarle la importancia que merece. Y recuerda que la mejor forma de consentirla es con una alimentación sana, una correcta hidratación diaria que permita lucir una piel radiante, sin dejar de mencionar por supuesto la utilización de cremas que la nutran y embellezcan por fuera.
Fuente: mejorconsalud.com