Mitos y verdades del bronceado
Las búsquedas en Google se disparan a las puertas de la primavera: «¿Cómo broncearse más rápido?». Sin embargo, los resultados encuentran mitos y falsos trucos que ponen en peligro la salud de la piel. Teniendo en cuenta que el órgano más extenso del cuerpo tiene memoria, antes de elegir tu método conviene alertar sobre los 10 mitos más comunes sobre el bronceado.
- Tomar el sol mojada o en el agua. Es cierto que mientras estás en el agua y cuando aún tienes el cuerpo húmedo, las gotas de agua actúan como lupa y hacen que los rayos de sol incidan más sobre tu piel. Sin embargo, es a la vez una de las causas por las que se producen quemaduras, sobre todo si no renuevas tu fotoprotector cada poco tiempo (debes hacerlo incluso cuando es resistente al agua).
- No usar protección. La protección nunca impide el bronceado, solo protege de los daños del sol como las quemaduras y el envejecimiento de la piel. Si ya estás morena o tienes un color de piel oscuro, sudrirás menos los daños del sol a corto plazo pero de igual modo los que crea a largo plazo. Debes seguir usándolo y no bajar el factor utilizado a menos de 20.
- Usar SPF con filtro de protección mínimo. Del mismo modo una baja protección, sobre todo si nuestra piel aún no está acostumbrada a la exposición al sol, dejará pasar los rayos nocivos y te quemarán. Los expertos recomiendan que, como mínimo, utilices factor 30. Para asegurarte que además es la protección óptima, comprueba que en el envase el símbolo ‘UVA’ esté rodeado con un círculo (así cumple la normativa europea).
- Aplicar poca cantidad de producto. Quedarte corta con la protección equivale a reducir el nivel de protección que indica el envase. Toda tu piel, insistiendo en las zonas más delicadas donde la piel es más fina, debe estar cubierta de forma generosa. Son necesarios unos 30 ml. para cada aplicación en un adulto (el tamaño de una pelota de golf) y, si es en spray, una media de 8 pulverizaciones.
- Elegir aceites por su aroma. En el mercado hay acelaradores con aromas atractivos de coco o zanahoria pero no todos contienen filtro de protección seguro (en su envase muestran entre un SPF 2 y 8). Recurrir a los aceites de firmas cosméticas reconocidas o de farmacia, te garantizan una seguro para tu piel.
- Comer mucha zanahoria. Totalmente demostrado que comer zanahoria como una loca no hará que te pongas más morena (ni lo consigas más rápido). El betacaroteno que contiene (igual que el tomate, la naranja y otras frutas) sí estimulará tu producción de melanina y ralentizará el envejecimiento de tu piel. Conseguirás un tono más dorado (o incluso puede que anaranjado), pero no hará que te pongas morena ni mucho menos que necesites menor protección.
- Protegerse solo con crema hidratante. Pretender protegerse del sol utilizando solo una crema hidratante es equivalente a no usar protección o a protegerse con aceite sin SPF. Ni siquiera cuando tu crema de uso diario incluye protección (en ese caso suelen ser muy bajas). Utilízala normalmente, pero añade fotoprotector si te explones al sol.
- Tomar el sol intensivamente. Cada piel tiene una capacidad para ponerse morena que dependerá, sobre todo, de su fototipo (van del I hasta el VII en realción con raza, color de piel y de pelo). Es cierto que cuanto más tiempo tomes el sol, más color cogerás, pero las exposiciones prolongadas no son nada saludables. Lo recomendado para conseguir un bronceado saludable es comenzar con 15 minutos en la primera sesión e ir aumentando de 10 en 10.
- Untarse Coca-Cola. Coca-Cola, betadine o cerveza. Lo habrás oído pero es totalmente FALSO que cualquiera de estos productos sirva para ponerse morena. Una auténtica locura que solo te hará sentir incómodo y, por supuesto, quemarte y adquirir riesgos por no haber utilizado protección.
- Tomar el sol a mediodía (de 12h. a 16h.). Son las peores horas para hacerlo. Los expertos recomiendan evitarlo siempre que se pueda, ya que los rayos del sol inciden perpendicularmente y son más perjudiciales para nuestro cuerpo que, a estas horas o a otras, se broncea exactamente igual.
Fuente: glamour.es
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Piel Protegida
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