Oso Panda
Las juergas y el alcohol te han dejado bolsas en los ojos.
La clave: “El frío disminuye la inflamación”.
La solución: Mete dos cucharillas en el congelador 15 minutos y póntelas en las áreas inflamadas. También puedes aplicar en la zona bolsas de camomila o rodajas de pepino.
El Espejo
Los sitios cerrados hacen que tu piel brille más que un diamante.
La clave: “El calor abre el poro y dilata los vasos”.
La solución: Si cocinas caldo, acerca la cara cada vez que abras la tapa. Añade eucalipto o tomillo al consomé, y además de darle buen sabor, te ayudará a purificar los poros.
El neumático
Los michelines crecen exponencialmente a lo comido. ¡Es una extraña ley de la naturaleza!
La clave: Movilizar la zona.
La solución: ¡Usa la lavadora! Cuanto más vieja, mejor. Ata una toalla o una bufanda a la lavadora en el momento del centrifugado y pásatela por la cintura. Si no te sirve para movilizar las grasas, al menos te servirá para ensayar de cara a bailar por las noches.
El Fresco
Parece que las cremas se te quedan un poco cortas…
La clave: “El frío cierra los poros y favorece la irrigación de los activos de los tratamientos”.
La solución: Limpia la piel, tonifica, ponte crema y, después, mete la cara en el congelador mientras gritas que te mueres de calor para repetir la operación.
El Globo Descinflamado
Se te ha quedado la piel flácida.
La clave: Un pinchazo. “La ‘herida’ activa la regeneración. Se crean nuevas fibras de colágeno, lo que provoca un efecto rejuvenecedor”.
La solución: Provoca una divertida lucha de tenedores con tu hermano o con las brochetas de fruta cuando tengas comidas familiares.
El Jinete Pálido
¿Mareado o un poco pálido?
La clave: “El calor eleva la temperatura de la dermis y activa la circulación, produciendo un ligero rubor. Pero cuidado, a la larga provoca rotura de capilares”.
La solución: Sin pasarte, te devuelve el color perdido, así que en una sobremesa larga, ponte cerca de la lámpara.
El Granulado
Tienes tendencia al acné y, con la locura de dieta que llevas, a veces ha empeorado.
La clave: Una buena capa, todo lo tapa.
La solución: Déjate barba. Ya sabemos que ha pasado de moda, pero disimulará los granitos hasta que desaparezcan. Eso sí: utiliza productos específicos para hidratarla y llévala bien recortada.
El Amarillo
Es la hora de cenar, has invitado a una posible conquista y no consigues quitarte la cara de folio de encima.
La clave: Necesitas darle luz y aportarle energía extra a tu piel.
La solución: A la vez que el vino blanco, pon a refrescar un bote de agua termal (las venden en la farmacia) y pulverízate un poco para lograr un inmediato efecto flash en la piel.
El Pergamino
¿Arrugas? ¿Piel áspera?
La clave: Los remedios de la abuela nunca fallan.
La solución: Mezcla miel y huevo para un rostro terso, un yogur natural con una cucharadita de semillas de hinojo y hojas de la misma planta para las arrugas, y prepara una mascarilla de avena si lo que necesitas es una piel suave.
El Caminero
Tienes la mirada triste y quieres revitalizarla.
La clave: Examina el estado de las cejas y las pestañas.
La solución: Posiblemente no tienes tiempo para un diseño de cejas, pero puedes acondicionarlas con un poco de vaselina o un bálsamo de labios. Haz lo mismo con las pestañas para darles apertura y brillo.
El Labios de Hucha
Los tienes delgadísimos y quieres darles volumen.
La clave: El calor dilata y enrojece.
La solución: Pon el caldo en tazas de consomé y así, al tener los labios en contacto con el líquido caliente, se inflamarán un poco y subirán de tono.
Fuente: menshealth.es